miércoles, 22 de mayo de 2013

Sociedad humana: Hegemonía, Industria cultural, apocalípticos, integrados y el mundo consumista.


A continuación, desarrollaré e intentaré enlazar los temas vistos en la materia de Teorías de la comunicación en la Facultad de Estudios Superiores Aragón. Para comenzar quiero advertir que no enlazare los temas de forma cronológica, pero haré un esfuerzo por ser lo más claro posible.
Comenzaré con la industria cultural, ese gran monstruo que, como vimos en clase, se basa en crear productos e inclusive conductas para mantener un control sobre todos nosotros, por ejemplo, a través de los medios masivos creando estereotipos, estereotipos que nos dicen cómo vestir y pensar, dejando como conclusión que somos una construcción de esa industria y con esto me atrevo a decir que nada de lo que somos nos pertenece, ni nuestra ropa, ni nuestra forma de ser o comportarnos, si acaso y en un momento muy corto, lo único que nos pertenece es nuestro cuerpo.

Me interesa desarrollar mi texto a partir de la teoría sobre la industria cultural ya que considero que en el mundo en el que vivimos se basa en ello, los contenidos generados por un grupo hegemónico que nos dicta la forma de vestir hasta la forma de pensar y la difusión de esos contenidos por medio de los medios de comunicación, son la forma más fácil de controlar a los distintos sectores de la sociedad, tomando en cuenta que esta industria se generó en los años 40´s es notable como esos grupos hegemónicos han logrado crear sistemas de control en tan pocos años.

Considero que la hegemonía que nos rige es capaz de destruir y crear necesidades materiales, visto desde un punto dialectico, la hegemonía crea necesidades que no necesitamos y nos forzó a crear círculos de consumo aprovechándose de la enajenación, también es preciso decir que poderes como la Iglesia, han mantenido a la sociedad en un estado  de control, la religión funcionando al servicio de otros poderes, generalmente económicos y usada como un dique para mantenernos en un estado de “Orden”

Como vimos en clase la industria cultural tiene como objetivo crear una estandarización de acuerdo por supuesto a sus propios intereses. En un mundo individualista y en donde todos pretenden ser diferentes el uno del otro, se crean “Estándares” sin que nadie se dé cuenta, haciéndonos pensar que debemos ser diferentes pero que al final todos estemos en el mismo corral, estos estandares, nos moldean de acuerdo a los pensamientos de otros, nos hacen pensar que sino estas dentro de un grupo no perteneces, no tienes identidad, no existes como sujeto, nos hacen creer que necesitamos consumir y para ello tienes que someterte, y hablo de sometimiento de muchos tipos; desde el matrimonio hasta firmar un contrato de trabajo desigual a todas luces, llevándonos así a lo que bien  dice Marcuse, el Hombre Unidimensional.




Ahora bien, en el mundo globalizado en el que vivimos, es claro que el internet es una herramienta poderosa y que por supuesto sirve para controlarnos y divulgar la ideología hegemónica, para someternos y como otro medio para crear necesidades materiales a las que hace más de 100 años se refirió Marx, pero no seamos tan apocalípticos, es verdad que la red cibernética llamada internet tiene un poder inmenso y es controlada por esos órganos de poder que hilan las tendencias más poderosas en el mundo, pero ¿Qué estamos haciendo nosotros para cambiar ello? Considerando que del 100% del contenido en internet un ciudadano común y corriente sólo puede accesar al 9% de toda esa información y eso solo en países desarrollados como Francia, Inglaterra y Corea, es necesario saber que podemos utilizar ese gran poder que también nos pertenece y es ahí en donde se responderé a mi pregunta, la Deep web, una forma nueva y revolucionaria de crear una resistencia en internet, es preciso decir que este “Internet oculto” no es usado por cualquiera, en el video que dejó más abajo se explicará a fondo, pero lo que intento mostrar es que nosotros y en especial los mexicanos, vivimos en un cerco informativo, eso es lo que hay que eliminar, la forma en que cualquier sujeto con una conexión a internet y un nivel básico de programación puede obtener y conocer noticias e informacion  a través de éste internet invisible, información como, tráfico de armas, de órganos, pornografía infantil, contratación de sicarios, venta de drogas y temas que son aún más fuertes, como el Snuff o el Gore extremo, lo preciso es que nosotros como comunicólogos tenemos que dejar de ver al internet como otra manera de estandarización y saber usar esa arma en nuestro favor, podría seguir explayándome más a cerca de este tema pero es preciso seguir con otro tema a cerca de la hegemonía.
Pienso que en el tema de la hegemonía, nos toca ser congruentes con nuestras acciones, es decir, si bien no tenemos una posición de hegemonía en la sociedad, confió plenamente que al terminar la carrera poseeremos capitales culturales que nos ayudaran a colocarnos en esos lugares hegemónicos y es entonces cuando debemos recordar que una cultura consumista no nos lleva a mucho, estoy consciente de que nuestro capital económico en éste momento no es muy favorable pero llegará el momento en el que nuestro capital intelectual y cultural llegara a servirnos para implementar una hegemonía en otras personas inclusive condicionar a esas personas con un capital económico mayor, entonces será nuestra oportunidad para cambiar las cosas, siempre y cuando seamos congruentes y que nunca perdamos de vista que los roles sociales son dinámicos y siempre estamos en movimiento.
Ahora me interesaría hablar sobre el mito, otro tema que vimos en clase y que me parece fundamental para entender la comunicación en nuestros tiempos. Sí bien el mito es un sistema de comunicación y no podemos definirlo ni por su objeto ni por su materia, ya que cualquier cosas puede ser dotada de una significación, es necesario decir que en la actualidad ya no hablamos de mitos como deidades, más bien nos enfocamos en buscar mitos abstractos, como la belleza y el éxito, por decir algunos ejemplos, basándonos en estos ejemplos es preciso decir que cada sociedad se basa en su propio contexto para generarlos, es decir la belleza no es la misma en nuestro continente que en Asia o la India, inclusive no es la misma en nuestro continente, cada sociedad se basa en sus creencias y otros elementos culturales para crear estándares y así clasificar lo que es bello o no lo es, lo que es exitoso o no.
Retomando lo anterior, me parece que nuestra labor como comunicólogos es comprender estos mitos o ideas y más allá de juzgarlas, debemos saber identificar los contextos en los que se desarrollan dichos mitos, es decir, si vivimos en una era en donde la obesidad es causa de desprestigio y un mal a combatir por muchas causas, también es necesario decir que la exageración hacía el mito del cuerpo esbelto se ha convertido en otro problema.




Para concluir, hablaré de los apocalípticos y los integrados, la forma de plantearlo de Humberto Eco, es que es muy clara, el apocalíptico tiene una obsesión del disentir y un integrado es aquel que no disiente, basados en ello, ya dijimos en clase que no podemos tener una postura fija ante ello, a veces somos apocalípticos, a veces integrados, somos seres que siempre respondemos a nuestros ideales y por qué no decirlo a nuestros intereses, de ambos conceptos se desprende otro muy interesante: la cultura de masas, éste tipo de cultura, que puede llegar a más personas y que desde la perspectiva de los apocalípticos la cultura “Pierde” significación, solemos creer que cuando una información se propaga y la puede consultar cualquiera ésta pierde su valor, sin embargo creo que debemos de compartir indiscriminadamente dicha información. Es claro que vivimos en una sociedad en la que, los que más tienen mejor informados están, es decir, las personas que utilizamos internet podemos ver cosas y millones puntos de vista distintos a quien no los tiene, a aquellos que sólo les queda informarse por una o dos empresas quedan exentos de conocer a fondo la información,  me parece que la manera en que debemos de difundir la información debe de ser más democrática, la información existe y debe dejar de ser buena o mala, creo que esos adjetivos pasan más por lo subjetivo opción que para los comunicólogos no funciona, debemos de pretender ser lo más objetivos posibles.





Por: Carlos Cortés Torres.

















viernes, 17 de mayo de 2013

La decadencia de una cultura idealizada



La imagen que mostramos, es una mofa de cómo la aristocracia guardaba el arte sólo para su pequeño círculo, y además ellos eran quienes decidían que era aceptado como arte, y por consecuente parte de su cultura, con la gran difusión que poco a poco tuvo llego a manos del 'vulgo'... entonces ya nada fue igual. 

Debemos razonar sobre la industrialización de la cultura y todo su entorno, si es cultura o no quién y cómo lo decide, el problema es cuando un 'grupo de intelectuales' toman frívolamente esta batuta y nombran sobrevalorando la cultura en todos sus aspectos.


Magalli Archundia, Lilian Villanueva. 



viernes, 10 de mayo de 2013

Sobre la cultura de masas



Hablar de una cultura de masas resulta peligroso, pero,  qué es lo que genera dicho  concepto, no es el hecho de que la comunicación tenga una apertura cultural para un gran número de personas, sino cómo llega a estas; me refiero a la dominación hegemónica sobre lo que se ve, se escucha y se lee, que es inimaginable. La racionalidad de todo este conjunto, es en mayoría la esperada; así como un empresario espera obtener el éxito a través de la compra de su producto, de buena o mala calidad, a él le generará una ganancia, las televisoras, las cadenas de radio, la prensa tomaron parte en la sociedad como un arma de autobeneficio en el que prefieren una masa donde realmente no la hay, pero es totalmente manipulable para estos, es así como denominan a su consumidor.
Eco, -Apocalípticos e integrados- considera que existen equivocaciones en las posturas que dan título al texto, y propone un enfoque diferente a este conflicto ideológico. Por una parte, los “integrados” tienen un descuido grave cuando sostienen que la producción cultural es buena en sí y por lo tanto no debe ser criticada; por la otra, los “apocalípticos” fallan al considerar la cultura de masas como irrelevante sólo porque es industrial, sin ver las aportaciones valiosas que muchas veces puede generar.

Finalmente no es cuestión de calificar si es saludable o nociva la existencia de la cultura de masas: esto nos volvería forzosamente apocalípticos o integrados. Hay que aceptar que existe, y sería definitivamente más edificante enfocar todos estos esfuerzos en torno a la cultura para lograr acciones que den como fruto verdaderos valores culturales.

Magalli Archundia y Lilian Arias. 

jueves, 2 de mayo de 2013

Manipulación y crítica social


10 ESTRATEGIAS DE DISTRACCIÓN MEDIÁTICA:
  1. Distracción: Desviar atención de lo importante hacia algo impactante.
  2. Crear problemas/ crear soluciones: Violencia intensificada, nacionalismo, crisis económica, etc.
  3. Gradualidad: Aplicar medidas a cuenta gotas y con el paso del tiempo
  4. Estrategia de diferir: sacrificio inmediato y no a futuro
  5. Dirigirse al público como personas de poca edad
  6. Usar las emociones mas que las reflexiones: se insertan al inconsciente, pueden ser miedos, temores, deseos, etc.
  7. Mantener la ignorancia y mediocridad
  8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
  9. Reforzar la autoculpabilidad
  10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
Dado lo anterior podemos entender cómo somos vulnerables en cuanto al control mediante una enorme cantidad de estímulos externos, que no dependen de nosotros y que en ocasiones ni siquiera notamos.
Como espectadores y partícipes dentro de la sociedad, es de suma importancia que se haga un análisis crítico de la situación política del país, tomando en cuenta primero, las alianzas de los grupos gubernamentales con los medios de comunicación, porque algo es seguro: de todas las estrategias enunciadas anteriormente, ninguna puede ser implementada sin la acción directa de los medios de comunicación como instrumentos de difusión y orientación.
Y es entonces donde regresamos a lo vital que resulta el papel de los medios de comunicación en la actualidad. Ligando con temas anteriores podemos conjuntar el discurso, la ideología, la cultura visual y sus figuras retóricas tienen una tendencia persuasiva, su objetivo se encuentra en convencer a cierto sector de algo.

POR: Xhail Pineda González

lunes, 29 de abril de 2013

El mito de la Industria cultural en México

En muchas ocasiones la industria cultural en nuestro país ha sido burocratizada la mayoría de veces con poco compromiso prefabricada para una sociedad limitada basada en clichés exportados principalmente del modelo norteamericano totalmente siniestro y distorsionado pervirtiendo desmedidamente a los consumidores sin tomar conciencia de las perdidas sociales que este tipo de productos reproduce.

Pienso que se ha vuelto una cultura mediocre. El arte ha dado grandes satisfacciones, pero algo que aun tiene en proceso es a que publico se dirige. En México el arte y la cultura, así como la educación, en buena medida son solo para las personas que pueden solventar los gastos que implica estudiar cualquier cosa. Por ende, el arte, la cultura y la educación están sometidas al elitismo, donde quien tiene más recursos puede sobresalir. Y en cuestión de comercialización esta más claro aun. Vender es la acción primordial de la cultura en México. Si no se vende, no sirve. No tenemos los medios sociales y de conciencia para admitir diversidad cultural de calidad.
En cuanto al circuito de creación de arte, cultura y entretenimiento es demasiado reducido y limitado a compadrazgos y amiguismos. En el sector público las becas están en manos de un grupo pequeño, todos amigos y nadie puede entrar. Además no hay políticas gubernamentales que tomen en serio a creadores y tampoco hay programas serios que estimulen que la población se acerque y disfrute del arte. Por el lado de la iniciativa privada es peor porque están sujetos a parámetros de ventas y por el estilo.


Rebeca Lilian Arias Villanueva